Natalia Jersonsky, muchísimo más conocida en las redes y en la televisión como Nati Jota, hizo una impactante publicación en sus redes. La influencer denunció públicamente que un hombre le mandó un audio explícito hablando de las fotos que sube a las redes. Esto concuerda con las características de un caso de ciberacoso sexual. Por lo cual, ella hizo públicas las grabaciones desde sus redes.
Según compartió la periodista de 26 años, el mensaje le llegó por privado a su cuenta oficial de Instagram como respuesta a una historia que subió horas antes. La storie tenía que ver con un simple saludo por el día del camarógrafo a quienes ejercen esa profesión. A la hora de compartir el audio, se escuchan dos hombres hablar y decir barbaridades acerca de la persona de Nati Jota, quien quedó muy asustada con lo sucedido.
“A los que no entienden al feminismo, ¿qué les genera este mensaje?», le preguntó directamente a sus seguidores. «Yo no puedo escucharlo una vez más de la angustia y el rechazo que me da, más allá de que sea para mí. ¿Ahora entienden a qué nos referimos con ‘machirulo’ y todo lo que no hay que ser? Aparte, la impunidad de mandarlo en un audio. El desprecio. La ira. ¿Por qué? Están locos”, escribió ella en la famosa red social.
Teleshow se contactó con la periodista y le preguntó sobre lo que había subido en la noche anterior. Ella aseguró que se despertó mejor después de haber sufrido lo que se conoce como ciberacoso sexual. Nati Jota afirmó que recibe este tipo de mensajes con una frecuencia poco deseada. Sin embargo, esta vez decidió hacerlo público por la angustia que le generó haber tenido que escuchar contenido sexual explícito sin su consentimiento.
“La verdad es que fue crudo. Yo estoy bastante acostumbrada a que me lleguen mensajes feos, así como muchísimos lindos, no quiero dejar de decirlo, pero fue muy crudo porque era un audio», afirmó Natalia. Te interpela demasiado. Fue un poco fuerte”. La influencer decidió responderle y descubrió que se trataba de un joven de 21 años. «Se disculpó. Me dijo…no sé qué, excusas. Por suerte no me siguió bardeando», dijo sin revelar la identidad de su agresor.
