Gladys La Bomba Tucumana estuvo a punto de estallar en la noche del martes. Durante su presentación en el Cantando 2020, en donde actúa junto a su hijo Tyago Griffo, Ángel de Brito lanzó a la pista los problemas que había tenido en el vestuario antes de ingresar al vivo y provocó la angustia de la cantante. La misma fue elevándose hasta tal punto que ella amenazó con renunciar a su lugar en el certamen.
“Tuviste una agarrada con la chica del vestuario que no te gustaba la ropa, que no hay telas para vos, llanto, grito, todo”, aseguró el conductor. En un principio, la participante intentó minimizar la situación: “A este envase le pueden poner cualquier cosa”. Pocos segundos después, La Bomba exponía su queja pública a la producción del programa por los problemas de vestuario que tiene en cada gala.
Gladys La Bomba Tucumana y Tyago Griffo cantaron «Mi tierra», de Gloria Estefan. Al momento de las devoluciones, Karina La Princesita las calificó con un 4 y aseguró que la discusión había afectado su performance. Tras un corte, la artista se mostró muy movilizada por lo sucedido. “Quiero decir públicamente que dejo el certamen”, expresó, sin vueltas. “Lo lamento por mi hijo porque quiero que todo el país sepa el gran artista que es y el orgullo que siento. Pero todo tiene un límite», dijo.
“Yo no vine a competir y no tengo que demostrarle nada a nadie. Soy Gladys la Bomba Tucumana. Estoy acá porque quería que el país conozca a mi hijo. Me quiero ir ahora del estudio”, cerró. Luego, tras el pedido del resto del jurado y los conductores del ciclo para que no tome una decisión en caliente, la cantante tucumana se calmó y seguramente decidirá en las próximas horas continuar en el certamen de canto.
Tras ese conflicto, fueron las palabras y el 10 de Oscar Mediavilla el que le dio fuerzas a Gladys para continuar en el certamen, aunque es una decisión que tomará en las próximas horas. Anteriormente, ella ya había criticado a Lana Ferrando, la jefa de vestuario de LaFlia. En aquel momento, afirmó que sólo se había tratado de un malentendido que pasó a mayores en las últimas horas del martes.