Fue miembro del Ballet Estable del Teatro Colón y luego director del mismo. Sin embargo parece haberse alejado de los escenarios para comenzar su carrera política. Nos referimos a Maximiliano Guerra. Durante los últimos días la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, emprendió una gira para presentar su libro por la costa atlántica y fue el prestigioso bailarín quien la acompaño a modo de conductor y entrevistador.
En medio de la polémica sobre los «artistas politizados» que manifiestan abiertamente su postura política, el coreógrafo se suma a las filas. Sus inicios están siendo apadrinados por la exministra de Seguridad de la Nación. De esta forma, Guerra está liderando la facción del partido denominada «PRO Social«. Dedicada a «promover relaciones de colaboración con los distintos actores sociales de la comunidad que trabajen en el territorio».
En el transcurso de la gira de presentaciones, este jueves tocó la ciudad de Pinamar. Estando allí fue entrevistado por María Julia Oliván para el programa «La Nación PM«, del canal LN+. «Siempre tuve el bichito de la política. Siempre me gustó involucrarme y poder cambiar cosas. Quiero servir y ser parte de una Argentina que cambie cosas.. sobre todo en el área de los derechos humanos», comenzó diciendo.
Ante la pregunta de la periodista sobre el espacio en el cual decidió emprender su carrera, respondió: «Es el espacio que más me representa. Estoy en el PRO Social y muy cerca de Patricia Bullrich. Lo que me lleva a estar ahí es la ideología. Defender la libertad, la división de poderes. Lo que nuestro país intentó ser y luego lo fuimos perdiendo a través de los gobiernos autoritarios y casi totalitarios».
Luego Oliván trajo a colación el comentario de Florencia Peña en Twitter y le preguntó a Maximiliano su opinión: «Hay muchos artistas que no se animan a decir que son de Juntos por el Cambio. Hay que modificar ese estigma». Minutos después también le consultó acerca de su motivación para incursionar en la política. Sobre esto, Guerra sostuvo: «Lo que más me preocupa es que pareciera que tenemos un gobierno sordo que no escucha a la gente».