Ángela Leiva es, además de una de las mejores voces del país, una figura del momento. Su carrera comenzó en la movida tropical y allí adquirió gran cantidad de fanáticos. Pero su estallido popular lo consiguió gracias a la participación en el «Cantando 2020«. Pese a que fue subcampeona, ahora es una artista de renombre. En su tour por programas de televisión, ayer pasó por «Los Mammones«.
Otra gran figura del espectáculo siendo entrevistada por Jey Mammón. En esta oportunidad la cantante habló sobre su vida antes del boom de fama, sus comienzos, la relación con Karina, La Princesita. Además conversaron sobre las rivalidades en el mundillo de la movida tropical. Pero también se dieron tiempo para hablar de la vida sentimental de la subcampeona del certamen de canto.
«¿Cómo era Ángela Leiva cuando no la conocía nadie?», introdujo el conductor. Entre bromas, la artista respondió: «Así, como ahora. Loca, apasionada por lo que hago». Luego afirmó que la fama no la cambió para nada, sino todo lo contrario: «Creo que de un tiempo para acá volví a ser yo. Por situaciones de la vida me sentí opacada como artista y como mujer, recién ahora estoy siendo yo misma».
Jey aprovechó el comentario de Leiva para consultarle acerca de las internas en el mundo de la cumbia: «No sólo en la movida tropical, en todas las movidas se busca generar rivalidad entre las mujeres. ¿Por qué pasa eso? ¿Es real?». Entonces la intérprete de «Amiga traidora» trajo a colación el problema que mantuvo con La Princesita. Para situarnos en contexto, los rumores afirmaban que la exjurado no quería compartir escenario con Ángela.
Sobre esto, la artista explicó: «Yo estaba en un momento complicado de mi carrera. Muy mal acompañada. Estuve 8 años en pareja con alguien que me manejaba todo. Mi carrera, mi dinero, lo artístico, las canciones, mi imagen. Yo le di esa tela, esa confianza porque estaba enamorada. En ese contexto yo estaba complicada de trabajo y me llegaban esos rumores». Después concluyó en que pudieron cerrar ese problema a través del diálogo.
