SALTA (Redacción) – Salta atraviesa por una grave crisis a causa del COVID-19. Todos los días se registran una gran cantidad de casos y el sistema sanitario se encuentra al borde del colapso. En los últimos meses, muchos departamentos contabilizaron numerosos contagios en sus jurisdicciones. Uno de ellos es el de San Martín, donde el virus hizo estragos en los últimos meses. Sin embargo, se comenzó a registrar un descenso en el número de casos.
A través de una entrevista radial, el senador Manuel Pallier reconoció que la situación actual de la provincia es bastante complicada. Señaló que el número de casos que se registran por día pone en serios problemas a los hospitales, dejándolos cerca de la saturación. Por otro lado, explicó que en San Martín, se notó una disminución de casos en los últimos días, lo cual significa un alivio para el personal de la salud.
«Se observó una disminución de los casos graves, pero la cifra de contagiados sigue siendo alta», enfatizó el referente del norte provincial. En el último informe brindado por el Ministerio de Salud de la provincia, detallaron que se contabilizaron 20 nuevos casos de COVID-19 entre sus habitantes. Con este número, llegaron a los 1.564 contagios en lo que va de la pandemia, obteniendo el tercer lugar de los lugares más afectados por el virus.
Evaluación de la situación epidemiológica
El ministro de Salud, Juan José Esteban, se reunió con algunos senadores provinciales para evaluar la situación epidemiológica de cada jurisdicción de Salta. Durante el encuentro, el responsable de la cartera sanitaria explicó que la curva de contagios «sigue en ascenso» y que aún no se puede precisar cuándo llegará el amesetamiento de los contagios.
¿Cuándo comenzarán a bajar el número de casos?
El presidente del COE, Francisco Aguilar, señaló que la situación de Salta es bastante complicada y que el sistema sanitario está en «alerta máxima». Ante esto, solicitó a la sociedad que tome consciencia para disminuir la cantidad de casos que se registran de forma diaria. Además, aclaró que el amesetamiento de contagios se dará recién en tres meses y que «se viene lo peor».
