Sean Connery irá de regreso a casa. «Vamos a traer a Sean de regreso a Escocia, ese era su último deseo», dijo la viuda del actor, Micheline Roquebrune, al Scottish Mail. El íconico actor de James Bond falleció el 31 de octubre a los 90 años. Se encontraba en su casa en las Bahamas. «Quería que sus cenizas fueran esparcidas en las Bahamas y también en su tierra natal», dijo la mujer de 91 años al medio, según fuentes de la revista People.
“Siempre que sea posible y seguro viajar de nuevo, la familia tiene la intención de regresar a Escocia con él. Nos gustaría organizar un servicio conmemorativo para él en Escocia, esa es nuestra esperanza. Pero no podemos decir exactamente cuándo ocurrirá esto», señaló. Roquebrune, quien estaba con Sean Connery cuando murió, también reveló que la estrella sería incinerada en un servicio privado en la isla caribeña.
Una servicio especial
Sus cenizas se mantendrán a salvo «hasta que podamos viajar» en medio de la pandemia. «No sabemos cuándo será posible», agregó. La esposa de Connery y sus dos hijos compartieron anteriormente que «murió pacíficamente mientras dormía rodeado de su familia». Su hijo Jason Connery dijo que su padre había estado «mal de salud durante algún tiempo». Connery fue un carismático actor escocés que alcanzó el estrellato internacional como el agente secreto James Bond.
Más tarde abandonó el papel y se labró una carrera que duró décadas. Tenía poco más de 30 años cuando protagonizó el primer thriller de Bond, “Dr. No.». Condenado como inmoral por el Vaticano y el Kremlin, pero proyectado en la Casa Blanca para el fan de Bond, John F. Kennedy, “Dr. No” fue un éxito de taquilla y lanzó una franquicia que sobrevivió durante mucho tiempo a sus orígenes en la Guerra Fría.
El gran legado
Connery continuó interpretando a Bond en «From Russia With Love», «Goldfinger», «Thunderball», «Sólo se vive dos veces» y «Los diamantes son para siempre», a menudo realizando sus propias acrobacias. «Diamonds Are Forever» salió en 1971 y para entonces Connery se había cansado de interpretar a 007 y temía que no lo tomaran en serio a pesar de sus dramáticas interpretaciones en «Marnie» de Alfred Hitchcock y «The Hill» de Sidney Lumet.
