Si bien su incorporación fue oficial para semana santa para ocupar el lugar de Virginia Gallardo, quien en ese entonces tomaba la licencia correspondiente para dar a luz por primera vez en su vida y después terminó en una polémica renuncia, Luciana Salazar se sumará al equipo de «Polémica en el bar» en América TV para darle el touch femenino que el ciclo solamente conseguía mediante alguna invitada cada tanto. Recordemos que la mencionada es famosa también por sus opinones y su gran información en la política.
En diálogo con «Por si las moscas», programa de la Radio de la Ciudad «La OnceDiez», la exmodelo contó sus expectativas de cara al rol que tendrá a partir del lunes 16 de junio. “A mí me encanta y soy una persona informada, la gente puede no estar de acuerdo con mis opiniones, pero estoy al tanto con todos los temas. Yo no me caso con una ideología, hay candidatos que me gustan y otros que no y eso determina o no mis decisiones y mi forma de pensar”, expresó.
Además, Luciana Salazar contó por qué no formó parte de «Polémica en el bar» desde abril. “En realidad iba a entrar después de semana santa, lo tuve que postergar mucho, lo dilaté por mi papá que es grupo de riesgo y porque yo también tuve neumonía. Pero bueno tengo que trabajar por mí y por mi gorda, y poner todo de mí, con todas las precauciones. Me dijeron que iba a ser la única mujer sin contar los invitados, me parece necesario un papel femenino ahí, y me encanta hablar de política y actualidad”, sostuvo.
¿Cómo lleva la hija de Luciana Salazar la cuarentena?
Además, Lulipop se refirió a su única hija y el momento que atraviesa en el encierro de más de 70 días en su casa. «Matilda está haciendo caprichos que nunca hizo antes, yo veo su proceso. La veo a mi gorda, cuando yo estaba por irme al canal, me agarraba con desesperación y llanto de que quería salir, me decía ‘vamos, mamá, vamos’ y a mi me angustia. Quiere ver a otros nenes, mi mamá la llevó a un súper y dice que cuando vio a otra nena se desesperó como si estuviera en Disney”, narró.
Por último, Luciana Salazar contó cómo convive su momento de impaciencia por el aislamiento. «Trato de distraerla, de que disfrute, que no se angustie, que no vea nada de violencia. Ella no tiene mucha conciencia de lo que pasa, pero trato de tenerla en un ámbito de amor, de diversión, que además del juego físico pinte, dibuje. Sobre todo porque justo se perdió la salita de dos que era la de terminar de desarrollar el habla, la sociabilidad, le faltaba solo un día de adaptación”, lamentó.
