Graciela Alfano da a conocer que Jorge Ibáñez es uno de los amigos que más extraña en la actualidad. El diseñador falleció a los 44 años el 14 de marzo de 2014 a causa de una falla cardíaca. Este último martes, la actriz fue una de las invitadas a «Confrontados», en donde recordó como la familia del diseñador de moda le hizo creer a su abuelo materno que eran pareja. De esta manera, él podría cobrar una herencia.
“Ese abuelo estuvo convencido durante mucho tiempo de que Graciela era la novia de Jorge, que era su compañera, su conquista, la persona que su nieto varón había logrado levantarse. De alguna manera, había un consenso familiar de no quebrarle la ilusión a ese hombre”, sostuvo Franco Torchia el panelista del ciclo de El Nueve durante la participación de Alfano en su programa.
El periodista también indicó que el abuelo de Jorge antes de morir le “habría otorgado un plus de herencia a Jorge porque así se lo pedía Mabel». Todo esto influenciado por la relación que le habían hecho creer. “Graciela se prestó hasta cierto límite y después dejó de prestarse”, agregó Torchia, y continuó: “Habría habido un momento en el que Mabel Ibáñez habría forzado a su hijo, Jorge, una vez que Graciela ya estaba con Matías Alé, a ir a ver a su abuelo como novios, para garantizar ese plus de herencia”.
Desde su casa, Graciela Alfano asentía a los comentarios de Torchia, afirmando las apreciaciones vertidas por el panelista. Sin embargo, cuando le tocó tomar la palabra, ella aclaró que no tenía idea del trasfondo económico que había detrás de la cuestión. “El abuelo de Jorge creía que yo era la novia. Muchísimas veces me venía a ver al teatro de revistas y nos sacábamos una foto: Jorge de un lado y el abuelo del otro, y el abuelo comentaba: ‘La carne que estás tocando’», dijo entre risas.
«Nos mirábamos con Jorge y nos reíamos, era una cosa muy graciosa, pero el señor hablaba en serio», contó la ex vedette. “Cerraba los desfiles vestida de novia. Jorge salía del otro lado y nos reuníamos en el medio de la pasarela y nos dábamos un piquito. El señor aplaudía, estaba en el mejor de los mundos”, siguió Alfano sobre las distintas anécdotas que vivió en aquel momento. Ella contó que la mentira duró seis años entre 1994 hasta 1999.
