Próximamente, Pfizer, la empresa farmacéutica más grande del mundo, comenzará a testear en la Argentina una vacuna contra el coronavirus que actualmente se produce y está en fase avanzada clínica. La elección del lugar estuvo basado en varios factores, pero aún así generó una fuerte polémica una vez que la información se dio a conocer. Por su parte, Marcelo Mazzarello volvió a cargar contra el manejo de la crisis que se llevó a cabo en Argentina.
El actor de exitosísimas novelas perdió a su padre a principios de junio. El intérprete culpó a la «dictadura sanitaria» de no haberle suministrado la especial atención a su papá en tiempos de pandemia. “No me extraña que los laboratorios prueben vacunas en Argentina. Desde que corrieron el París-Dakar en la Patagonia debimos darnos cuenta de que nos consideran parte de África”, escribió Mazzarello.
El actor de «El Marginal» hizo referencia a la competencia automovilística que se desarrolló en territorio argentino entre 2009 y 2018. Rápidamente, su mensaje llegó a más de 2.500 retuits y 10 mil likes. Sin embargo, hubo quienes le recordaron que la misma vacuna también se probó en Alemania y en Estados Unidos. De este modo, fueron varios los que buscaron desmitificar la idea de que estaríamos siendo usados como conejillos de indias.
“Se están probando en todo el mundo, no vengas con la berretada ideológica y la conspiranoia planetaria”, le dijo un usuario. “Es la misma vacuna que prueban en los Estados Unidos y Alemania, sos un buen actor no tires todo a la basura por política”, le sugirió otro. “¿Qué tiene que ver el automovilismo? Las categorías internacionales dejan muchas divisas en los países donde se presentan. Es un orgullo recibir gente que viene de diversos países. Preguntá en Termas de Río Hondo cuando viene el Moto GP todas las ganancias que deja en la ciudad”, aseguró uno más.
Sin embargo, hubo también algunos que bancaron su postura y la apoyaron. Marcelo Mazzarello fue muy tajante contra el Gobierno al expresar su bronca tras la muerte de su padre. “La pandemia se volvió una excusa para abandonar pacientes que no tengan COVID-19. Son los muertos que no figuran en las estadísticas. Son los muertos de la dictadura sanitaria”.