Fue el 31 de agosto del año 2000 el día en que «Nueve reinas» arribó a los cines argentinos para convertirse en un éxito. Ricardo Darín y Gastón Pauls se consagraron en un film sobre dos estafadores que se reúnen por casualidad y deciden trabajar juntos. A través de Estamos conectados, un programa de la TV Pública, los protagonistas del largometraje se reunieron virtualmente para recordar lo que fue aquel rodaje.
Darín rememoró que la propuesta de Bielinsky le llegó en el momento justo, ya que él pretendía desprenderse de la televisión y entrar de lleno al cine. “Me abrió una puerta no solo para mi oficio sino también al mundo cinematográfico para afuera. Tuve la suerte de que Nueve reinas empezó a dar vueltas por el mundo al mismo tiempo que empezó a dar vueltas ‘El hijo de la novia’, de Campanella. Entonces me ofrecía la posibilidad de mostrarme en dos roles totalmente distintos, y para un actor eso es soñado”, recordó.
Además, Ricardo Darín aseguró que no era el principal candidato para el papel, tampoco lo era Pauls. El director había pensando en Leonardo Sbaraglia y el Puma Goity para el film. “Me dijo ‘me gustás pero sos demasiado simpático y no quiero que Marcos sea simpático, no quiero que le caiga bien a nadie, y vos sonreís y empieza a tener otro color’. Él era muy cuidadoso con eso y tenía muy en claro qué era lo que no tenía que tener la película. No quería que el personaje tuviera empatía con la audiencia porque Marcos era una lacra humana”, dijo el actor.
“Entonces entendí lo que dijo y con Gastón tratamos de ceñirnos a sus directivas y propuestas», rememoró Darín. «Lo curioso es que cuando un libro está tan bien escrito, como este, hay una cosa que tiene que ver con la libertad del espectador. Finalmente no logramos que el personaje no tuviera empatía con la platea. Los dos personajes fueron abrazados por la audiencia porque da un poco de ternura ver cómo estos dos giles creen que son los más maduros del mundo”.
Por su parte, Gastón Pauls aseguró que fue uno de los rodajes más divertidos en los que participó. “La debo haber visto ocho o nueve veces, pero más que reírme por lo que se hace o se dice en la película, me río por el recuerdo de los rodajes», contó entre risas el intérprete. «Nos reímos mucho con Ricardo. De hecho, antes de que dijeran ‘acción’ estábamos hablando de cualquier cosa: fútbol, vino, alguna mujer. Porque él en ese momento estaba en pareja pero yo no. Lo analizo y tiene mucho que ver con lo que pasaba con esos dos personajes, que estaban las 24 horas juntos. Sí o sí tenía que haber una conexión profunda. Nos reíamos mucho”.