El domingo por la noche, Zulma Lobato sufrió un muy violento asalto en Munro. La ex mediática terminó ensangrentada y sin el dinero de su pensión. El ataque se dio en el momento en el que ella estaba realizando sus compras. En ese entonces, dos jóvenes la interceptaron y la golpearon hasta dejarla tirada en el piso. Según su propio relato, el brutal episodio duró alrededor de 20 minutos y si no hubiese llegado la Policía la podrían haber matado.
“Para mí alguien me entregó”, aseguró Zulma en una entrevista con las cámaras de Crónica TV, la señal en donde realizó gran parte de su carrera. “Estaba yendo a comprar a la proveeduría y me agarrraron de atrás. No pude defenderme, fue de golpe. Me dijeron: ‘Danos todos los dólares porque vos tenés mucha plata. Sos Zulma Lobato y tenés mucha plata’. Pero yo no tengo dólares”, relató la mediática quien mostró las marcas del ataque.
“Les di dos mil pesos, que era lo único que tenía. Pero eso no les alcanzó, me dieron patadas y trompadas. Hasta que me dejaron tirada en el piso no pararon. Lamentablemente, si no venía la policía me terminaban matando. Me pegaron en todo el cuerpo. Prácticamente me desfiguraron toda, terrible”, contó Zulma. Esto se contradice con la primera versión de su representante Lautaro Reyes, quien aseguró que le habían robado los 16 mil pesos de su pensión.
Zulma Lobato contó que después de 20 minutos, unos vecinos se acercaron a auxiliarla y los delincuentes se escaparon de la escena cuando apareció un efectivo de la Policía Bonaerense. “Ahí llamaron al SAME y los vecinos me ayudaron a subir a la ambulancia. Fue una cosa muy triste, muy fea. No esperaba esto», dijo ella. “No me hicieron nada aunque tenía las manos y la cara ensangrentadas”, recordó sobre cómo la atendieron en el hospital.
“Siento que me duele mucho y tengo que ir a un oculista urgente. Supuestamente tengo un derrame”, declaró. Hace un año, la mediática se realizó una operación por un problema en la vista. Ese ojo derecho intervenido fue el que se llevó la peor parte de la golpiza. “Alguien me entregó. Dos días antes había un tipo que pasaba por acá (en referencia a la puerta de su casa) a cada rato. Dos o tres veces pasó y miró hacia la puerta. Fue raro, qué casualidad. Es muy triste porque ahora estoy toda dolorida en la cama, no puedo hacer nada”, dijo especulando con gente en su contra.