Andrea Frigerio habló sobre cómo el feminismo ha impactado en la sociedad argentina desde el gran crecimiento que ha tenido el movimiento en los últimos años. Si bien detalla que no ha tenido que afrontar situaciones de abuso «graves», tanto en su carrera como su vida profesional, la actriz vislumbra un cambio positivo en el país respecto a la situación de las mujeres.
“No sé si a mí me pasa menos (el acoso), porque ya soy una mujer grande, pero creo que ahora ese tipo de situaciones están aflojando. No estoy diciendo que se terminaron…”, dijo en diálogo con Catalina Dlugi, en Agarrate Catalina, por La Once Diez. “¿Sabés qué pasa? Las mujeres eramos muy críticas de nosotras mismas», reflexionó. ‘Andá a saber esta qué le dijo, cómo lo hizo sentir, lo histeriqueó, seguro que algo le dio a entender’. Ahora hay una sororidad, un entender entre mujeres, sin ser hembristas”.
“Soy feminista porque soy femenina y me gusta todo lo vinculado al feminismo, pero lo que no soy es hembrista, que es el contrario de machista”, se definió Frigerio, sentando una posición al respecto. Luego, también recordó un tema que vivió durante su adolescencia, donde sufrió bullying debido a su aspecto. Algo que le llevó a tener algunos problemas con su imagen en aquellos tiempos.
“Me decían ‘tero’ porque tenía las patitas muy flacas, era muy chiquitita, la primera de la fila. Hasta que a los 15 años crecí de golpe y terminé el secundario siendo la última de la fila”, reveló la actriz que brilló en Argentina, tierra de amor y venganza. “Sí, viví bullying. Me decían: ‘Que sos my flaca, que no comés’. Y comía como lima nueva, pero tenía otra genética”, reveló Andrea Frigerio.
“El (vestido del) uniforme lo llevaba hasta las rodillas, y me subía las medias hasta las rodillas para que no se me vieran las piernas», aseguró la modelo acerca de cómo esos comentarios influían en el día a día. «No tenía lolas, siempre estaba como encorvada. Y me pasó como el cuento del Patito Feo: de golpe, crecí. Hasta después de ser madre (tuvo a su primer hijo a los 20 años), no me sentí una chica atractiva”.
