Almorzando con Mirtha Legrand contó con una mesaza que garantizaba risas para el mediodía del domingo. Adrián Suar, Sebastián Wainraich, Peto Menahem y Roxy Vázquez fueron los invitados a la mesa presidida por Juana Viale. A través de las divertidas charlas, la conductora se dejó llevar por el momento y lanzó un increíble exabrupto.
En un momento, la conversación se desvió hacia los tatuajes. Todo comenzó cuando Vázquez mostró unas estrellas que lleva en su antebrazo. Por su parte, Suar aseguró que le gustaría hacerse un tatuaje. Así, sugirió que podría tatuarse los nombres de sus hijos como una posibilidad para la primera marca de tinta en si piel.
Según contó, Juana Viale tiene varios, pero ella admitió no saber cuántos. «Tengo muchos dibujos y algunos que me tatué arriba de otros para taparlos. Pero no tengo nombres, ni una letra. Me parece raro. Mucha gente se tatúa el nombre de sus hijos. En realidad me da a (la película) Memento, que se tatuaba todo para no olvidarse. Pero la gente que se tatúa eso, como Dalma y Gianinna, me encanta…”, aseguró.
Luego, Wainraich recordó los tatuajes del Pipi Romagnoli, ídolo de San Lorenzo, quien tiene tatuados los rostros de sus padres en el pecho. “Eso es para un psicólogo”, manifestó Juana. “Estás haciendo el amor y ves las caras…”, señaló el humorista, entre risas. Su amigo Peto Menahem le siguió la broma y dijo: “Cada tetilla es la nariz (de los tatuajes)”.
Tentada, Juana sorprendió a todos al hacer una jugada observación. “¡Y si tenés que chupar las tetas…!”. “Sacale el vino”, atinó a decir, con cariño, Wainraich. Fue el domingo con humor que necesitaba la actriz tras una semana complicada. Ella tuvo que someterse a un hisopado que le dio negativo tras el positivo de uno de sus invitados y vivió con angustia el accidente del sábado de su hermano, Nacho Viale.
