Luego de días de inmensa tristeza, duelo y homenajes, lo que sigue es el asunto de la gigantesca herencia de Diego Armando Maradona. Su fallecimiento dará inicio a una puja que tendrá como protagonistas principales a sus cinco hijos reconocidos: Dalma, Giannina, Diego Jr., Dieguito Fernando y Jana. Es decir, todos los herederos naturales del patrimonio del Diez.
La fortuna de Diego comenzó a ser noticia a partir de noviembre del año pasado, cuando el propio Maradona publicó un explosivo video en Instagram con una particular promesa: dejó a Dalma y Gianinna afuera de su herencia y prometió donar todos sus bienes. La noticia provocó un estallido en la intimidad de la familia. Pero más allá de que continuó distanciado de Dalma, luego tuvo nuevos acercamientos a Claudia.
Si bien es cierto que la mayoría de los bienes, derechos y obligaciones se encuentran en nuestro país, también posee otros en los lugares donde se desempeñó como jugador o director técnico. En Argentina, Maradona tiene la histórica propiedad de Segurola y Habana, además de una en Puerto Madero, la casa de Rocío Oliva y su familia en Bella vista, comprada por él y luego cedida a Rocío.
Su lista de bienes llega hasta Bielorrusia, donde tuvo una veloz experiencia como presidente honorario del Dínamo Brest. En este exótico destino le regalaron un anillo de brillantes valorado en 300.000 euros. Como otro ejemplo, en Dubai le quedaron dos autos muy costosos: un Rolls Royce Ghost, valuado en 300.000 euros, y un BMW i8, tasado en 145.000, época donde recibió muchísimos regalos costosos.
Según la ley, los herederos forzosos están protegidos y tienen derecho a recibir siempre una porción de los bienes del difunto. En el caso de los hijos está fijada en las dos terceras partes de los bienes. Lo cierto es que resulta muy difícil calcular con exactitud la fortuna de Maradona, teniendo en cuenta que su herencia es legendaria y empezó a la temprana edad de 15 años, cuando debutó en la Primera del club porteño Argentinos Juniors.
