Históricamente, «Polémica en el bar» ha sido un terreno dominado por hombres. Muchas veces tildado de machista, el programa que fue una creación de Gerardo Sofovich, contó con la participación de mujeres. Sin embargo, servían únicamente de decorado y pocas veces intervenían en los debates que se llevaban a cabo en la mesa. Desde este lunes 15 de junio, esa idea cambiará ya que Luciana Salazar se integrará al plantel.
La modelo se animó al desafío y compartió sus expectativas en su cuenta oficial de Instagram. «Arremangándome para iniciar este nuevo proyecto en mi carrera: sentarme en la mítica mesa de Polemica en el Bar», comenzó diciendo la rubia. «Un programa que historicamente fue identificado como ‘club de hombres’, pero que ha sabido aggiornarse a los tiempos que corren, donde es ineludible la opinión femenina en cualquier ámbito», reflexionó.
«Allí estaré debatiendo con mis compañeros todos los temas de actualidad, sobretodo mucha política», agregó Luciana Salazar. En los últimos años, ella se ha convertido en un ser muy político al expresar sus opiniones en las redes sociales sin pelos en la lengua. «A romper estereotipos juntos», dijo la blonda mientras animándose a un nuevo desafío en su carrera en los medios de comunicación.
La extensión de la cuarentena y Matilda
El aislamiento social, preventivo y obligatorio se extendió hasta el próximo 28 de junio. Una idea poco agradable para Matilda según Luciana. «La veo a mi gorda, cuando yo estaba por irme al canal, me agarraba con desesperación y llanto de que quería salir, me decía ‘vamos, mamá, vamos’ y a mí me angustia», confesó la modelo en una charla con La Once Diez. «Quiere ver a otros nenes, mi mamá la llevó a un súper y dice que cuando vio a otra nena se desesperó como si estuviera en Disney«.
«Está haciendo caprichos que nunca hizo antes, yo veo su proceso», se preocupó Luciana Salazar, luego de que intentara explicar cómo trata de ayudar a su nena en estos tiempos de incertidumbre. «Trato de distraerla, de que disfrute, que no se angustie, que no vea nada de violencia. Ella no tiene mucha conciencia de lo que pasa, pero trato de tenerla en un ámbito de amor, de diversión, que además del juego físico pinte, dibuje».
