Desde el pasado 13 de julio, las redes sociales no saben absolutamente nada de Jimena Barón. Antes de aquel misterioso día, ella compartía hasta el más mínimo detalle de su vida en cuarentena junto a Daniel Osvaldo. La actitud del ahora ex delantero de Banfield también dio de qué hablar. Durante este último tiempo, el futbolista no entrenó por zoom con sus compañeros de plantel ni responde al llamado de las autoridades del Taladro, quienes decidieron desafectarlo.
Sin embargo, de Jimena nada se sabía hasta que el pasado viernes, la revista Paparazzi la encontró en la calle pero no la vio con ganas de contestar dudas. «¿Algún problema familiar?», le preguntó Carlos González acerca del por qué abandonó sus redes de un día para el otro. «No», fue la contundente respuesta de la actriz, pero velozmente, el cronista se dedicó a continuar su labor sin encontrar un título para su travesía.
«¿Y con Daniel? ¿Tiene lío en su club (Banfield)». «Nada para decir… No tengo idea. No hablé. No hay ningún lío, a veces es lo que arman, pero por suerte no hay ningún lío», señaló Jimena Barón. Lo cierto es que como bien informó Vicky Braier, la panelista de Bendita, la cantante de La Cobra abandonó el hogar del ex delantero de la Selección Italiana hace algunas semanas. Pero ahora, un nuevo detalle se suma al misterio.
Por unas horas, la cuenta oficial de Jimena en Instagram, que cuenta con más de seis millones de seguidores, estuvo desactivada. Por lo cual, sus seguidores se alarmaron este último sábado por la noche. Además de no tener noticias sobre su cantante favorita, el hecho de perder el contacto con su ídola hubiese sido el colmo para los fieles aficionados de Barón. Lo cierto es que lo que pasaría toda una reconciliación quedó en la nada misma.
A finales de mayo, Jimena festejó su cumpleaños con una decisión muy importante: volver a compartir techo con el papá de su hijo Morrison. Lo curioso es que la relación entre ambos terminó en un escándalo a finales de 2016, con ella denunciándolo ante la Justicia por violencia de género. En una entrevista con Marley para Por el mundo, la artista admitió que ambos «intentaban madurar» y que tenían muchas charlas con copas de vino en la mesa.