Si hay alguien que nunca dejó de sorprender al jurado de «Masterchef Celebrity» esa fue Vicky Xipolitakis. Tanto con sus ocurrencias como con su recién descubierta buena habilidad para la cocina. Pero si hay algo que caracteriza a «la griega» es su gran carisma y simpatía. En este sentido, la gala de martes de estrellas en el certamen de cocina le terminó dejando hasta una propuesta laboral.
Para cumplir con la consigna, Vicky presentó dos sandwichs que tenía en su interior, cada uno, una preparación y una salsa diferentes. Luego de detallar cómo estaban compuestos y qué ingredientes había, Xipolitakis lanzó un gracioso comentario: «Ojalá los deje sin palabras». En referencia a que su plato llevaba el nombre sandwichito y el juego de palabras con «chito», que hace alusión a hacer silencio.
Cuando uno de los jurados, en este caso Damián Betular, le consultó acerca de cómo estaban compuestas las preparaciones, la participante empezó a leer literalmente de la palma de su mano. «Tengo todo el machete en mi mano. Iba pensando y lo iba anotando, porque eran tantos pasos y tantos ingredientes, todo por dos, que me olvidé todo», explicó muy risueña. Pero de todos modos se ganó la advertencia de que ponga más esmero.
Hace varias galas que Vicky viene al borde de la eliminación. Sin embargo esto no le quita la alegría de estar participando en el reality más famoso del país. Al parecer, su gracia y simpatía sedujeron a Donato de Santis que hasta le hizo una propuesta laboral. «Me encantaría que vengas a trabajar de moza en mi restaurante» le dijo el chef. Y luego agregó: «Podemos hacer una noche distinta, con la participación especial de Victoria Xipolitakis…».
Pero el show no terminó ahí. Cuando el cocinero italiano probó un poco de su comida, no pudo evitar derramar un poco de relleno al ser este tan abundante. Rápida y estratega, Vicky interrumpió: «Pará Tano, no te manches. Traje servilletas en las ligas. Una cocinera tiene que estar siempre preparada», dijo mientras sacaba unas servilletas que tenía escondidas en los muslos. El cocinero se quedó sin palabras y sólo atinó a decir «¡Me encantó!».
