El ritmo libre llevó a Laura Novoa a tener la posibilidad de homenajear a su papá, Pepe Novoa. Junto a Patricio Arellano, ellos cantaron «Y dale alegría a mi corazón», de Fito Páez. Ambos buscaron emocionar al jurado y desde la pantalla gigante al fondo del estudio se pasaban imágenes familiares y un discurso de gratitud a su padre. Muchos se conmovieron pero el jurado no.
«Él es actor y es un ser político que ayuda mucho a sus compañeros actores, pero yo lo quiero como papá», sostuvo Laura en la previa de su nueva presentación en el Cantando 2020. Después de mandarles saludos a su padre y a su madre que, dijo, no se pierden nunca el programa, prefirió cantar y no seguir hablando para evitar que la embargara la emoción que podría jugarle una mala pasada.
«Estoy orgullosa de ser hija de quien soy», dijo Laura Novoa después de que finalizó su presentación. «Durante mucho tiempo, fui muy rebelde, y no decía que era hija de Pepe Novoa. Pero ahora, que ya somos grandes, puedo decir que estoy orgullosa de ser hija suya», reveló de manera contundente la actriz, que viene a los tumbos pasando de ronda en el certamen.
Nacha Guevara comenzó la ronda de devoluciones y le marcó a la participante que debe acercarse más al micrófono a la hora de cantar para que su voz suene mejor. A su favor, la experimentada actriz le indicó que «mejoró la afinación» y que la interpretación podría haber durado un poco más, porque le faltó desarrollo. En ese momento, los coaches indicaron que todas las presentaciones deben durar lo mismo. La nota fue un 6.
Por su parte, Karina La Princesita los calificó con un 4 y resaltó las desafinaciones además de un olvido en la letra. Oscar Mediavilla destacó que la actriz se va animando y aseguró que se nota que está trabajando antes de colocar su voto secreto. Moria Casán fue quien halagó y se emocionó con la pareja. El 8 que La One puso en su tablero les da esperanzas a la pareja de salvarse del duelo.
